Es importante conocer qué pasa luego de que finalizan los contratos de alquiler, ya que muchos inquilinos desconocen sí es factible que puedan hacer renovaciones de estos contratos, también tienen dudas si es posible que se produzca una renovación automática de su contrato de inquilinato o si cambian las condiciones en cuanto al lapso de contratación, precios de las cuotas y otros detalles.

Por ejemplo, los contratos de alquiler para personas particulares e inmuebles destinados a domicilios, que se firmaron con la nueva legislación desde el 5 de marzo de este año 2019, tienen una duración de 5 años a los que se le suman tres años más de prórroga.

Mientras, que las empresas que hayan alquilado inmuebles con fines comerciales, cuentan desde la fecha mencionada con contratos de alquiler de siete años de convenio, más tres años más de prórroga para sus contratos.

Todas estas dudas pueden resolverse desde el primer contrato de alquiler, al incluir detalles de su renovación para que tanto inquilinos como dueños o administradores de inmuebles, sepan qué hacer cuando finalice el periodo del alquiler para tomar decisiones en cuanto al inmueble, ya que si el propietario o inquilino no comunican cese del contrato, se renueva automáticamente.

Hay que aclarar que independientemente de los acuerdos entre las partes en sus contratos de origen por escrito, hay que tomar en cuenta la legislación vigente para el momento que se firman los contratos, ya que esta determina cuándo se puede renovar y cuáles condiciones generales rigen legalmente.

Siempre que pensamos en comprar o alquilar una casa lo que más nos preocupa es; la seguridad que nos brinda la zona, el acceso de transporte y los servicios. Pero muy pocas veces pensamos en una cosa que parece no importar pero que en realidad nos puede llegar a beneficiar de formas que ni podemos imaginar. Estamos hablando de la ubicación geográfica. Leer más

A la hora de alquilar nuestro piso o vivienda, cabe preguntarse lo que pasaría si el inquilino deja de pagar. Es una cuestión muy importante y que hay que tener en cuenta antes de dar el paso.

Pero, tenemos buenas noticias, es posible evitar inquilinos morosos y tenemos herramientas a nuestro alcance para evitarlo. A continuación te explicaremos algunos consejos muy interesantes.

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A la hora de firmar un contrato de alquiler, tanto el inquilino como el propietario del piso deben conocer bien tanto sus derechos como sus obligaciones según la LAU o Ley de Arrendamientos Urbanos.

Una consulta muy habitual entre las dos partes , se conocer la diferencia entre una fianza y un depósito y para que sirven exactamente. A continuación te explicaremos ambas y su función.

La fianza

Cuando se realiza la firma del contrato de alquiler, el inquilino tiene la obligación de entregar una fianza al propietario de la vivienda. La cantidad de esta fianza estipulada por ley es de un mes de alquiler.

¿Para qué sirve la fianza?

Acto seguir a la entrega de la fianza, el propietario deberá ingresar el importe a un organismo competente, quiere decir que no son un dinero que se pierden, sino un depósito que el inquilino puede pedir al finalizar el contrato de alquiler , pero para recuperar este importe se deberán cumplir una serie de requisitos como avisar al propietario tiempo antes de finalizar el contrato, devolver el piso o vivienda en buenas condiciones o el mismo estado de cuando se entregó y tampoco tener ninguna deuda pendiente con la renta o los suministros de luz, agua, gas…

En el caso de que no se cumplan algunos de estos requisitos, el propietario podría descontar una parte pero de lo contrario, el arrendador tendrá 30 días para devolver la fianza una vez se hayan entregado las llaves de la vivienda.

Es muy importante revisar todas las cláusulas que puedan haber en el contrato para evitar malentendidos.

El depósito

El depósito es un importe que sirve como una garantía adicional para el propietario de la vivienda, que según la LAU o Ley de Arrendamientos Urbanos, podría solicitar a los inquilinos antes de firmar el contrato de lloguer.

Este depósito sirve para poder tener una garantía en caso de que pueda haber cualquier problema de impago o un destrozo a la vivienda hecho con mala fe del inquilino.

Diferencias entre la fianza y el depósito

La cantidad del depósito no se como la fianza, que suele ser una mensualidad, en este caso es una cantidad que se pacta entre las dos partes y siempre que no sobrepase la cantidad de dos mensualidades.

En cualquier caso, en caso de la entrega del depósito, deberá figurar en el contrato de alquiler. A diferencia de la fianza, el propietario no tendrá que depositar el importe del depósito a ningún organismo de su comunidad autónoma. Una vez se finaliza el contrato de alquiler, al igual que con la fianza, el depósito se devolverá al inquilino siempre que no hayan impagos o problemas en el piso.

En algunas ocasiones los tiempos que figuran en el contrato de alquiler no se cumplen tanto de parte del inquilino como de parte del propietario. Según la LAU (Ley de Arrendamientos Urbanos) nos permite tanto abandonar el piso antes de finalizar el contrato así como alargar su duración. Pero, que pasa si estás satisfecho o satisfecha con tu vivienda y quieres seguir viviendo durante más tiempo? A continuación te explicaremos los pasos que debes seguir para renovar tu contrato de alquiler.

¿Que dice la ley al respecto?

Para evitar malentendidos con el propietario del piso o vivienda, es aconsejable manifestar o informar de nuestra continuidad del contrato.

La ley contempla que el contrato mínimo es de un año y según el Real Decreto de Medidas Urgentes en materia de Vivienda y Alquiler del 19 de Diciembre de 2018, nos dice que pueden renovar de forma automática nuestro contrato hasta 5 años, o en el caso de que el propietario sea una persona jurídica, hasta el plazo de 7 años.

En el caso de que el tiempo haya finalizado, hay un periodo de prórroga de tres años, según la nueva normativa en los contratos firmados desde diciembre de 2018.

¿Puede el propietario recuperar su vivienda?

Si el propietario del piso quiere recuperar su vivienda, ya sea para su propio uso o para el uso por un familiar de primer grado, puede hacerlo avisando mínimo con dos meses de antelación siempre que haya pasado al menos un año desde la firma del contrato. Hay una excepción en el caso de que el propietario sea una persona jurídica, donde no podrá utilizar el piso para su propio uso.

Que hacer tanto si queremos poner fin al contrato o si queremos seguir

En el caso de que el inquilino no quiera seguir con el contrato de alquiler, deberá avisar con un tiempo de 30 días de antelación al propietario del inmueble siempre que al menos haya pasado al menos 6 meses desde la firma el contrato, de lo contrario, el propietario podría pedir una parte de la fianza por incumplimiento del contrato.

De mismo modo, tendremos que avisar al propietario que queremos renovar nuestro contrato de alquiler una vez finalizada la fecha estipulada en el contrato.

 

En el momento que se alquila un piso y para que sea totalmente legal, se ha de firmar el contrato con el arrendador y depositar una fianza, además de otros trámites como el mes en curso y los honorarios del ‘agencia.

Al finalizar el contrato, el arrendador debe devolver la fianza siempre que el inquilino haya cumplido con todas las cláusulas del contrato. En caso contrario, no tiene ninguna obligación de devolverla.

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