Este verano, no dejes que el calor arruine el ambiente agradable de tu hogar. Te brindamos algunos consejos sencillos para mantenerte fresco/a sin depender constantemente del aire acondicionado. Además, podrás ahorrar en la factura de electricidad. Descubre cómo:

  1. Aprovecha las horas de mayor sol: Cierra ventanas y persianas durante las horas más calurosas del día para mantener el calor fuera. Utiliza cortinas, estores y toldos para evitar que los rayos del sol ingresen a casa. Abre las ventanas solo en las primeras y últimas horas del día para ventilar el espacio y refrescar el ambiente.
  2. Ventiladores estratégicos: Coloca ventiladores en el techo para mejorar la circulación del aire. Esta opción es más eficiente energéticamente y genera un movimiento constante del aire, creando una sensación refrescante en el interior.
  3. La magia de las plantas: Si tienes un jardín, aprovecha la vegetación para crear zonas sombreadas y frescas. Las plantas y los árboles ayudan a reducir la temperatura ambiental y mantener el espacio confortable. Si no tienes jardín, puedes agregar plantas en el interior de casa para mejorar la humedad y refrescar el ambiente.
  4. Agua en movimiento: Utiliza humidificadores para aprovechar la evaporación del agua y crear una sensación más fresca en casa. Estos aparatos son fáciles de utilizar y ayudan a aumentar la humedad del aire, reduciendo la sensación de calor.
  5. Textiles ligeros: Opta por materiales como el algodón o el lino en tus sábanas, cortinas y mantas. Estos tejidos son transpirables y permiten una mejor circulación del aire, manteniendo el ambiente fresco y confortable.
  6. Apaga los electrodomésticos: Apaga los electrodomésticos que no estés utilizando. Además de reducir el calor que generan, ahorrarás en la factura de electricidad y mantendrás el ambiente más fresco.
  7. Iluminación eficiente: Aprovecha al máximo la luz natural y utiliza bombillas LED o de bajo consumo para la iluminación artificial. Estas bombillas emiten menos calor y son más eficientes energéticamente.

Si a pesar de seguir estos consejos todavía necesitas utilizar el aire acondicionado, asegúrate de fijar una temperatura no inferior a los 26 grados para ahorrar energía. Comparte tus propios trucos para mantener fresca la casa y ayuda a otras personas a disfrutar de un verano más cómodo y agradable.

En el proceso de alquiler de una vivienda, es importante tener en cuenta ciertas consideraciones para garantizar el cumplimiento de la legislación vigente y asegurar el bienestar del futuro inquilino. A continuación, presentamos los requisitos fundamentales que hay que tener en cuenta.

1. Licencia de vivienda de uso turístico: Si la vivienda se alquilará por periodos cortos, es necesario obtener una licencia de uso turístico de la correspondiente comunidad autónoma.

2. Certificado de eficiencia energética: Este documento, obligatorio por ley, informa sobre la eficiencia energética de la vivienda. Debe ser proporcionado por el propietario en el momento de alquilar la vivienda.

3. Habitabilidad: La vivienda debe cumplir con las normativas de habitabilidad vigentes, las cuales pueden variar según la comunidad autónoma. Entre otros aspectos, se presta especial atención a la seguridad, la accesibilidad, la ventilación y el aislamiento térmico.

4. Seguro: Es recomendable que la vivienda tenga una póliza de seguro que cubra posibles daños. Esto proporciona tranquilidad tanto al propietario como al inquilino.

5. Contrato de alquiler: Finalmente, es esencial redactar un contrato de alquiler que especifique las condiciones, derechos y obligaciones de todas las partes. Este contrato debe ser justo y transparente, y cumplir con la legislación vigente.

Asegurarse de que la vivienda cumple estos requisitos es un paso fundamental para poder alquilarla con garantías, y contribuye a un proceso de alquiler exitoso y sin problemas.

La declaración de alquiler es un tema que genera dudas tanto en propietarios como en inquilinos cada año. Surge la pregunta de cuándo se puede aumentar el precio del alquiler y en qué medida. ¿Se puede incrementar anualmente? En este artículo resolvemos estas y otras muchas preguntas relacionadas con los ingresos y gastos en el alquiler.

Es importante tener en cuenta que las normativas fiscales pueden variar según la comunidad autónoma, por lo que los beneficios fiscales no son los mismos en todos los territorios.

En resumen, los propietarios de viviendas de alquiler deben declarar siempre los ingresos obtenidos por este arrendamiento durante el año anterior. Estos ingresos incluyen principalmente la renta mensual y cualquier pago adicional relacionado con la vivienda (servicios, suministros, etc.).

Ahora bien, como ya hemos aclarado, los propietarios también deben añadir los gastos relacionados con la vivienda. Esto les permitirá calcular el beneficio neto y tributar con él. Los principales gastos son:

  • Intereses de la hipoteca.
  • Seguro del hogar.
  • Impuestos del inmueble alquilado.
  • Reparaciones del inmueble alquilado.
  • Gastos de comunidad.
  • Dinero debido.
  • Amortización de mobiliario.

En caso de realizar mejoras energéticas en la vivienda, pueden aplicarse algunas deducciones adicionales.

Hay que tener a mano los contratos de alquiler y los recibos de los pagos para poder realizar la declaración de la renta.

Para calcular el IRPF, debe reflejarse el ingreso e identificar los gastos deducibles relacionados con la propiedad. Así se obtiene el rendimiento neto del arrendamiento, sobre el que puede aplicarse una deducción del 60% para los inmuebles de alquiler destinados a vivienda habitual. El resultado se unifica en la base imponible general del contribuyente, y el porcentaje que se paga a Hacienda por el alquiler depende de los demás ingresos de la persona.

Cabe recordar que declarar el alquiler es obligatorio y que no hacerlo puede suponer una sanción de hasta el 150% de los correspondientes impuestos.

En resumen, es importante conocer las normativas fiscales de cada comunidad autónoma y tener en cuenta los ingresos y gastos relacionados con el alquiler para realizar una declaración precisa y cumplir con las obligaciones fiscales.

Tanto propietarios como inquilinos se preguntan a menudo cuándo se puede aumentar el precio del alquiler y en qué medida. Resolvemos estas dudas y otras muchas relacionadas con las rentas del alquiler.

La actualización de las rentas es un tema clave. Anualmente, la renta puede ser ajustada alza o bajista, según el índice de referencia y la situación actual del mercado. Esto está estipulado en el artículo 18 de la Ley de Arrendamientos Urbanos. Es necesario consultar el contrato de alquiler para conocer el índice de referencia utilizado. Recomendamos utilizar el Índice Actualizador de Rentas de Contratos de Alquiler (Índice ARCA), que tiene en cuenta exclusivamente la situación del mercado del alquiler.

El incremento de la renta está limitado por la variación porcentual del Índice de Precios al Consumo en cada actualización. El propietario debe comunicar por escrito al arrendatario la actualización de la renta y el importe nuevo. Esta actualización será efectiva al mes siguiente a la comunicación, según el Real decreto ley 7/2019 de 1 de marzo.

Desde el 31 de marzo de marzo, el artículo 46 del Real Decreto-ley 6/2022 ha establecido restricciones en las actualizaciones de las rentas a los contratos de arrendamiento. Estas restricciones han sido prorrogadas hasta el 31 de diciembre de 2023, según el Real Decreto-ley 20/2022, de 27 de diciembre. Las limitaciones son las siguientes:

  • En caso de que el propietario sea una gran horquilla (persona física o jurídica con más de 10 inmuebles residenciales o más de 1.500 m2 construidos para uso residencial), el incremento de la renta depende del pacto entre las partes y no puede exceder de la variación anual del Índice de Garantía de Competitividad.
  • En caso de que el propietario no sea una gran horquilla, el incremento de la renta depende del pacto entre las partes o de la variación anual del Índice de Garantía de Competitividad.

Por lo que respecta a la subida del precio del alquiler, el propietario puede plantear modificaciones en el contrato al llegar a su renovación o finalización. Sólo en estos momentos, con el consentimiento de ambas partes, puede incrementarse la renta.

Es importante conocer las disposiciones legales y cláusulas del contrato de alquiler. Se recomienda buscar asesoramiento profesional para asegurar el cumplimiento de las normativas vigentes y proteger los derechos de todas las partes involucradas.

Una de los desafíos más grandes que atraviesa cualquier sociedad el lograr disminuir los niveles de contaminación para preservar el planeta a las futuras generaciones, el uso de tecnologías limpias contribuye enormemente a ello, la aerotermia se ha convertido en una tecnología fundamental en este campo que ha probado ser funcional, ecológica y económica.

La aerotermia es una tecnología limpia que aprovecha la energía contenida en el aire, aprovechándola hasta en un 77 %, para darle diversos usos entre los que destacan la calefacción y climatización de viviendas y la producción de agua caliente para hogares.

Para generar la energía se utilizan bombas de calor que extraen la energía contenida en el aire exterior y la transfieren a los espacios interiores, donde un módulo permite gestionar y regular el funcionamiento del sistema; que ha sido diseñado para proveer calefacción en invierno, refrigeración en verano y agua caliente en cualquier época del año.

Esta tecnología que une electricidad, mecánica y química para sacarle el máximo provecho a la energía inagotable del aire exterior, no quema ningún tipo de combustible para calentar y no produce combustión, por lo que no emite CO2, ni ningún otro tipo de gases contaminantes.

Uno de los aspectos más resaltantes de la aerotermia es su bajo consumo energético frentes a otras fuentes usadas para la calefacción o climatización como gas, gasoil, fuel-oil, propano o pellets, lo que brinda a las personas la posibilidad de ahorrar y de contar a la vez con una solución energética eficiente y amigable con el medio ambiente.

Si quieres ahorrar en calefacción y no gastar demasiado, sigue estos consejos prácticos para mantener tu hogar cálido sin dañar tu bolsillo.

El primer paso para ahorrar en calefacción es ajustar la temperatura del termostato a una temperatura adecuada. La Organización Mundial de la Salud recomienda mantener una temperatura ambiente interior de entre 18 y 21 grados centígrados para el confort térmico de los ocupantes. Una buena temperatura para mantener el calor en casa es de alrededor de 20 grados centígrados. Si tienes un sistema programable de calefacción, puedes ajustar la temperatura para que se encienda y se apague automáticamente según tu horario y preferencias.

Además, es importante no dejar la calefacción encendida durante largos períodos de tiempo cuando no estés en casa. Si sales durante más de unas pocas horas, apaga la calefacción para ahorrar energía. Si te preocupa que la casa esté demasiado fría al regresar, puedes programar la calefacción para que se encienda unos minutos antes de tu llegada, asegurándote de que la temperatura sea agradable cuando entres.

Otro consejo importante es asegurarse de que las puertas y ventanas estén bien selladas. De esta manera, se evitará que el aire frío entre en la casa y que el calor se escape. Si sientes corrientes de aire frío, considera sellar las ventanas con cinta aislante o burletes de goma. También puedes mantener las cortinas abiertas durante el día para aprovechar la luz del sol y calentar la casa de forma natural. Durante la noche, cierra las cortinas para mantener el calor dentro.

Por último, recuerda mantener el sistema de calefacción en buen estado y hacer un mantenimiento regular. Esto asegurará que el sistema esté funcionando eficientemente y que no esté gastando más energía de la necesaria. Asegúrate de limpiar o cambiar los filtros de aire regularmente y considera llamar a un técnico profesional para hacer una revisión anual de tu sistema de calefacción.

Siguiendo estos consejos, podrás mantener tu hogar cálido y acogedor sin tener que preocuparte por una factura de calefacción excesiva. Recuerda, ajusta la temperatura a 20 grados centígrados, apaga la calefacción cuando no estés en casa, sella puertas y ventanas, aprovecha la luz solar y haz un mantenimiento regular de tu sistema de calefacción.

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